
Cómo ayuda el péptido a mejorar el aprendizaje y la memoria
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. Llamada así por el neuropatólogo y psiquiatra alemán Alois Alzheimer, que describió por primera vez la enfermedad en 1906, este síndrome neurodegenerativo es típico de la edad avanzada e implica una pérdida gradual e irreversible de las funciones cognitivas.
También conocida como enfermedad de Alzheimer o simplemente mal de Alzheimer, la enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia que suele aparecer en la vejez, aunque también puede afectar a individuos jóvenes, de entre 30 y 60 años (Alzheimer de inicio precoz o Alzheimer juvenil).
El Alzheimer afecta a las áreas de memoria y aprendizaje del cerebro
Los síntomas más característicos del Alzheimer son déficits de memoria, dificultad de aprendizaje, problemas de habla, cambios de personalidad, falta de iniciativa, confusión, desorientación y pérdida de capacidad de razonamiento y juicio.
A finales de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que 55 millones de personas viven con demencia en todo el mundo, y hay casi 10 millones de nuevos casos cada año. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede contribuir al 60-70% de los casos.
La causa subyacente del Alzheimer parece estar relacionada con la alteración del metabolismo de una proteína, la proteína precursora del beta amiloide (llamada APP), cuyo metabolismo alterado conduce a la formación de una sustancia neurotóxica -el beta amiloide- que se acumula lentamente en el cerebro causando la muerte neuronal progresiva. Algunos expertos creen que en el origen de la enfermedad hay una combinación de diversos factores, como la genética, los factores ambientales, la familiaridad y el estilo de vida.
Dos lesiones típicas caracterizan microscópicamente la enfermedad de Alzheimer: las placas seniles (placas amiloides) en la zona extracelular, formadas por la acumulación del péptido ß-amiloide (Aß) y los cúmulos neurofibrilares intracelulares de proteína tau hiperfosforilada en la corteza cerebral y la sustancia gris subcortical.
Desgraciadamente, en la actualidad no se dispone de un tratamiento específico para la enfermedad de Alzheimer, entendiendo por tratamiento específico una terapia capaz de curar la enfermedad. Sin embargo, varios tratamientos sintomáticos, farmacológicos y de otro tipo pueden ralentizar la progresión de la demencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Los péptidos cortos son de gran ayuda en la investigación de la cura del Alzheimer
Los péptidos son componentes celulares que desempeñan funciones biológicas fundamentales, compuestos por secuencias de aminoácidos (residuos). Los péptidos cortos están formados por la unión de 2, 3 o 4 residuos. El estudio de los péptidos como importantes biorreguladores se inició en 1973 a raíz de las investigaciones realizadas en Rusia por el equipo del profesor Vladimir Khavinson, cuyos trabajos demostraron la gran utilidad de estas moléculas para el buen funcionamiento del organismo. En la actualidad, los péptidos cortos están disponibles para una gran variedad de aplicaciones, entre ellas el uso para cosméticos, ayudándonos a mantenernos sanos y a mejorar nuestra calidad de vida.
La gran variedad de péptidos cortos disponibles en la actualidad permite disponer de poderosas armas para contener el avance de muchos procesos biológicos inevitables. Los péptidos cortos presentan numerosas ventajas frente a sus análogos de mayor tamaño. En particular, la síntesis rentable tanto a pequeña como a gran escala, la amplia diversidad química, la facilidad de modificación, la alta bioactividad, la absorbibilidad, la accesibilidad, la funcionalización sintonizable, la alta selectividad y especificidad molecular, la biodegradabilidad y biocompatibilidad, la alta seguridad y la baja toxicidad.
In a recent study conducted by neurologist Jack Jhamandas (University of Alberta, Canada) and his team, it was found that injecting daily peptides into mice showing symptoms of Alzheimer’s disease, significantly improved the animals’ condition after only five weeks of treatment. The peptides’ mechanism of action causes not only a reduction in the accumulation of beta amyloid, decreased levels of inflammation markers in the brain, but also an increase in memory.
The peptide called AC253, discovered by this team of researchers was able to block the attachment of beta-amyloid to a brain cell receptor called the amylin receptor, and thus inhibit its toxic effects, as shown by an improvement in spatial memory. Due to the difficulty of absorption of this large peptide, the scientists cleaved the compound and found two short peptides that had the same effect of the AC253.
These two small molecules crossed the blood-brain barrier easily and protected the brain against beta-amyloid injury, and improved memory-testing results, also reducing the level of inflammation in the brain.
Los péptidos cortos utilizados para el experimento son fáciles de manipular, baratos de producir y capaces de permear las membranas celulares con mayor rapidez. A partir de los éxitos conseguidos, el equipo del Dr. Jhamandas ha iniciado un estudio para la creación de un nuevo producto de administración oral, en una versión que también podrá probarse en humanos. Otro avance en la investigación sobre péptidos cortos que ya se utilizan como moléculas clave en muchos suplementos dietéticos.
Nanopep Stressfoll® protege las funciones cerebrales
El cerebro es un órgano de importancia fundamental, que controla los pensamientos, la memoria y el lenguaje, los movimientos de brazos y piernas y el funcionamiento de todos los órganos presentes en el cuerpo, regula la respiración y el ritmo cardíaco y determina las reacciones ante los acontecimientos estresantes que pueden producirse en la vida cotidiana.
A partir de cierta edad, que varía de una persona a otra, se produce un declive de la función cerebral debido a muchos factores, como cambios en las sustancias químicas del cerebro (neurotransmisores que transportan la información), cambios en las propias células nerviosas, acumulación de sustancias tóxicas en el cerebro a lo largo del tiempo y alteraciones hereditarias.
AEDG (EPITALON®) y EDR son dos péptidos cortos eficaces activos en el suplemento Nanopep Stressfoll®, específicamente diseñados para normalizar el estado funcional del cerebro. Estos principios activos son biorreguladores con efectos fisiológicos muy potentes.
Stressfoll® también contiene varias vitaminas, como Tiamina (B1), Niacina (B3), Piridoxina (B6), Biotina (B8), Colina y Selenio, sustancias muy importantes para mantener un buen estado de salud del cerebro, con especial atención a:
- Aumentar los niveles de memoria y concentración
- Favorecer el potencial mental
- Estimular las funciones cognitivas
- Regulación de las funciones neuronales y del trofismo
- Protección contra diversas enfermedades neurodegenerativas
- Estimulación del sistema nervioso central
- Ayuda a hacer frente al estrés mental y emocional
Todas estas características de Stressfoll® refuerzan la activación y la normalización de las reservas funcionales del cerebro y conducen a una cascada de efectos positivos, ayudando a luchar contra las enfermedades existentes y a protegerse contra otras nuevas. ¿Desea convertirse en distribuidor de los productos Nanopep? Rellene el formulario de esta página: https://nanopep.net/inquiry/

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